Vaetjanan 20-ago-16
Cada siete días, el cosmos nos obsequia la oportunidad de "recibir" una conciencia específica y a través de ella transformarnos en una versión mejor de nosotros mismos.
La Resilencia: Por qué y para qué caemos en la vida
La porción de Vaetjanan es sin duda una de mis lecturas favoritas. Encierra enseñanzas tan profundas y poderosas que su revelación implica recorrer un camino de vida a veces tan difícil que solo con los atributos de resistencia, persistencia y resilencia seremos capaces de permanecer en nuestro camino espiritual a pesar de infinidad de caídas que la vida nos ofrece. Desafortunadamente la ausencia de éstos atributos nos hace abandonar y buscar otras opciones o caminos mas cortos o menos empedrados.
Vaetjanan significa “ Te ruego señor”, palabras que Moisés dirige al Creador, que en una interpretación mas profunda significa “Deseo tu Luz”. Aun que el deseo de Moisés era suficiente, en realidad el no pedía para sí, como líder de su pueblo el sabía que no estaban listos para entrar a la tierra prometida y rogó por ellos, pidió incrementar el deseo por la Luz.
Todos en algún momento de nuestra vida hemos fracasado o bien hemos caído; ya sea en nuestras relaciones de pareja, en un negocio, en un trabajo, en concluir una carrera o bien hemos pasado de tener éxito, dinero y fama al descrédito, pobreza y olvido, sin amigos y endeudados.
¿Por qué caemos o perdemos todo?
Un principio espiritual fundamental, es que estamos en esta vida para ganarnos la Luz de la que alguna vez gozábamos. Entonces muchas veces obtenemos éxito, dinero, fama pero que no proviene como resultado de un trabajo real, (la mayoría de las personas cuando se le pregunta que hicieron para conseguir éstos éxitos en realidad no tienen una respuesta clara). Cuando obtenemos las cosas de ésta manera No hay satisfacción real y duradera de vida. Es similar a lo que sienten los que obtienen una herencia, disfrutan de algo que no se ganaron y por ello muchas veces su vida se convierte en un caos.
Lo que se conoce en kabbalah como Tikún, que significa corrección, no es otra cosa que la oportunidad que tenemos en esta vida de realizar nuestro trabajo y hacernos merecedores de esa Luz. Luego entonces, para tener la oportunidad de realizar nuestro tikún, esos éxitos, relaciones de pareja, dinero, etc. nos son arrebatados; muchas veces de manera dolorosa, ya sea por fraudes, robos, accidentes, enfermedades, engaños, malos negocios o juicios, etc.
En conclusión perdemos todo para tener la oportunidad de hacer nuestro trabajo y obtener satisfacción real y duradera.
Todo aquel que ha caído en su vida y ha logrado levantarse y alcanzar el éxito, ya sea en cuestiones materiales, en sus relaciones o espirituales, sabe que el nivel de satisfacción es muy superior al que pudo haber sentido en su condición inicial.
El deseo, la clave para la Resilencia:
Siempre que perdemos algo o a alguien importante, aparece el deseo por volver a tenerlo. La palabra Deseo es clave en el trabajo espiritual. Deseo en hebreo se escribe kli, que se traduce como vasija. La vasija es la receptora de la Luz y en la medida que nuestra vasija sea mas perfecta, completa somos capaces de recibir mas Luz. Entre mas fuerte sea nuestro deseo, mas capacidad de atraer desarrollamos.
Seguramente muchos diríamos, que tenemos muchos deseos y que ambicionamos muchas cosas; pero es importante distinguir que existen dos tipos de deseos: los del ego y los del alma. Una forma de diferenciar uno del otro, es que los deseos del ego son muy variables y efímeros, en cambio los del alma son únicos y permanentes, el alma solo desea una cosa: Luz del Creador.
El regalo mas valioso:
El regalo que Vaetjanan nos da en éste shabat, es potenciar nuestra capacidad de Desear, desde luego se refiere al deseo del alma por la Luz. Esta capacidad nos da la fuerza para levantarnos de las caídas y de superar cualquier desafío que la vida nos ponga.
¿Pero de que dimensión es éste deseo?
Revisemos el origen: En el pasaje de los espías, donde Moisés envió a un grupo de líderes a explorar la tierra prometida, su desenlace fue un desastre de tal magnitud, que fue la causa que los Israelitas tuvieran que esperar 40 años para entrar a dicha tierra prometida. Toda una generación “murió” ya que no tuvo el deseo suficiente para levantarse de esa caída espiritual.
Te imaginas que alguien te dijera que todo lo que deseas en la vida lo vas a obtener; solo que tienes que trabajar 40 años para que así suceda. Este es un parámetro para distinguir los deseos del ego y del alma; el ego seguramente abandonaría su deseo y buscaría otros mas viables en el corto plazo.
Estos cuarenta años seguramente estarían llenos de muchas caídas, de relaciones fallidas, de negocios fracasados, de dinero que llega y se va, autoestima baja, engaños, enojos, desconfianza, sensación de no ser amados, etc.
También en el ámbito espiritual, estas caídas son muy comunes, No hay maestro espiritual que no haya caído muchas veces. Y esta es la causa de que muchas personas abandonen su trabajo o salgan en búsqueda de opciones mas “rápidas, menos exigentes y mas populares”.
Ejemplos:
Durante los 11 años dedicado a la enseñanza de la kabbalah, he conocido muchas amigas que han “botado la toalla” en el tema de las relaciones ya que las anteriores no les han funcionado y seguramente les han dejado experiencias desagradables. Yo siempre les digo: ¡quién te engañó, quién te dijo que el éxito es a la primera! El éxito es como una escalera y algunos en el primer escalón lo logran pero muchos sino la mayoría tenemos que recorrer mas escalones. Desde luego sus deseos del ego no fueron satisfechos y abandonaron. Descubrir que su alma tiene un deseo ineludible de Unirse a su alma gemela quedará latente quizás para otra oportunidad de vida, cuándo decidan emprender su trabajo de conciencia
En al ámbito de los negocios, suele suceder los mismo; cuantas personas que alguna vez emprendieron un negocio y éste no funcionó, desistieron de su deseo. Quiero decirte que una estadística indica que los grandes empresarios del mundo, reportan por lo menos siete grandes fracasos previos antes de alcanzar éxito en su negocio. Sólo los que tuvieron un deseo real obtuvieron la persistencia para aprender e intentarlo las veces que fue necesario.
En el terreno espiritual, periódicamente los que abandonan el camino son muchos y aun los que dedicaron muchos años. Recuerdo a un amigo que después de muchos años un día me dijo: He decidido dejar a un lado la espiritualidad, me voy a dedicar hacer dinero. Su deseo del ego le ganó la batalla.
Entonces si no estás dispuesta a trabajar 40 años por conseguir tus deseos, éstos probablemente provienen del ego. Desde luego el mensaje no es que tengamos que esperar 40 años, pero tu deseo debe ser de tal magnitud. Y entonces la Divinidad quizás nos abra el camino y recibamos cuando menos nos imaginemos la recompensa por alcanzar tal nivel de Deseo.
Recuerdo esa vieja historia del hombre que decidió ir en búsqueda de oro, vendió lo que tenia, compró una montaña y dedicó cinco años a la búsqueda diaria de tan anhelado metal, excavó media montaña hasta que un día se cansó, se desesperó y abandonó la búsqueda; malvendió su montaña. El nuevo dueño al excavar un metro encontró la veta. Así de cerca está mucha veces lo que tanto anhelamos.
Caemos para despertar un deseo real por la Luz
Sin deseo no hay acción, sin deseo no hay búsqueda y sin búsqueda no encontraremos nada. Ver el articulo de la semana pasada. dar click
Algunas herramientas:
“Señor que se haga tu voluntad y no la mía"
Cuando hacemos nuestra voluntad la luz es débil, se destruye nuestro templo interno; apegarnos a la Voluntad Divina nos da fortaleza.
“Me encanta todo el mundo y todo el mundo me ama”
Repetir 32 veces cada día.
Una vez un maestro me dijo: Si no tienes deseo pídele a la Luz: Desea Desear.
El zohar nos obsequia la siguiente Luz para despertar el anhelo por la Luz
Transliteración del arameo:
mehahú yomá itanéi arbeín yomín lemejeméi
leRabí Shimón amrú léi leit ant rashái
lemejeméi léi bejá veitanéi arbeín yomín
ajarinín ajazíu léi bejezvá leRabí Shimón
veRabí Elazar bréi.
“Durante cuarenta días ayunó, de modo que pudiera encontrarse con Rav Shimón. Cuando le fué dicho: “No eres digno de verlo”, lloró y ayuno durante otros cuarenta días.
Entonces, en una visión le fueron mostrados Rav Shimón y Rav Elazar, su hijo”
Meditar 40 veces éste pasaje diariamente 40 dias.Te comparto una oración personal:
“Te pido la fuerza para levantarme de las caídas y romper los límites de mi egoísmo. Te ruego para que me dejes entrar y despertar el deseo de recibir para compartir y de conectar con tú Luz para revelarla al mundo entero”
“Que la conciencia de éste shabbat nos permita recibir las luces que nos asistirán en nuestro camino de regreso." shabbat shalom
Roger Castellanos
Centro de Kabbalah Aplicada
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